Una obra de teatro donde el público decide la trama

Una obra de teatro donde el público decide la trama

Por Guillermo Tagliaferri (guille.tagliaferri@elcafediariook.com)

Edición: Florencia Romeo (florencia.romeo@elcafediariook.com)

Para tibio, pastel de manzana, obra de teatro musical que se presenta todos los sábados en el Teatro Border, tiene la innovadora particularidad que el público vota para determinar el camino que seguirán los personajes, cuyas historias se entrecruzan y, por lo tanto, cómo continúa la obra.

El método es sencillo: al ingresar a la sala cada espectador recibe el programa impreso. De un lado figura, como es normal, el elenco, los auxiliares y una sinopsis. En el reverso, una mitad es amarilla y la otra roja. Y se debe doblar en dos.

Reverso del programa de la obra de teatro. Doblado en dos, cada espectador levantará el color elegido. 

En cuatro momentos puntuales de la obra, uno de los protagonistas debe tomar una decisión importante, hacer una elección vital. De pronto, los involucrados quedan congelados y El Inevitable –Pedro Velázquez– le da al público dos opciones distintas para que vote. Mostrando los colores amarillo o rojo, la mayoría determinará cómo sigue la trama.

Temas y dudas cotidianas

Los desafíos planteados son los mismos de la vida real: la fidelidad, la identidad, la vocación, el amor, el trabajo y la enfermedad. Todos los matices, muy bien trabajados por un elenco de nueve actores y actrices, cantantes, que ofrecen alternativas opuestas sobre hechos que tienen consecuencias.

Esta interacción con los asistentes le abre a Para tibio, pastel de manzana distintos pasillos para caminar. De acuerdo a su elección, el desenlace puede variar de una función a otra. En ese sentido, es una obra de teatro que no siempre se repite, más allá de que la trama central se mantiene.

Una escena, con todo el ritmo y la música de Para tibio, pastel de manzana

Las interpelaciones planteadas son: «¿Sabemos lo que elegimos? ¿Somos libres para hacerlo? ¿Estamos dispuestos a aceptar las consecuencias?«. Un escritor –Juan Manuel Besteiro-, idealista y romántico, y El Inevitable, ansioso y violento, van narrando y acompañando, con sus contrapuntos, las historias que se van vinculando.

Los protagonistas de Para tibio, pastel de manzana

Un matrimonio, con embarazo incluido, que va rumbo al naufragio – Emanuel Degracia y Laura Bertonazzi-, una hija que resigna su vocación y su vida sentimental por acompañar al padre enfermo –Carla Ligouri y Manuel Feito-, una pareja con dudas y desavenencias –Matías Asenjo y Sheila Saalvasky-, un hermano que no acepta el cambio de sexo de su liberada hermana, Nikka Lorach.

Situaciones y personajes que se entrelazan, en medio de diálogos y canciones bien entonadas, y que dejan su destino en mano del público. No ser tibios y tomar decisiones trascendentes es la meta de esta obra de teatro musical.

Este matrimonio, con sus conflictos y sus cortocircuitos, puede seguir junto o separarse. El público lo decidirá. 

Compuso, actúa, canta, dirige y pone en escena    

Carla Liguori no sólo interpreta el papel de Catalina en esta obra de teatro, sino que además es la encargada de la dirección general, asistida por Cami Perrone, y de la puesta en escena. Además, es la autora del libro y las letras, junto a Javier Raffa, y la música, con Alejandro Brukman.

Finalizada una de las funciones, la cantautora, actriz, dramaturga y directora teatral y creadora y directora del espacio De eso se trata creaciones, respondió a la entrevista de El Café Diario

Carla Liguori, múltiple participante de la obra como dramaturga, autora de letra y música, directora y actriz, en la entrevista con El Café Diario.

¿Qué sensación tenés, a minutos de haber bajado del escenario?

Salgo siempre muy emocionada porque en esta cuestión de que el público elija entre una disyuntiva y la otra hace que, como actores, tengamos el corazón palpitando y a la expectativa de lo que va a pasar y con temas tan sensibles, que terminamos temblando de verdad de emoción.

¿Cómo manejan el tema de tener que decidir en el momento con cuál de los dos libretos continuar?

En realidad, son cuatro elecciones que se hacen. Por eso, trabajamos con cuatro guiones paralelos y los vamos desarrollando según pasa una cosa o la otra. Hay situaciones que, seguramente, si venís a otra función van a ser distintas, ya que se resuelve en el momento. Lo mismo con canciones que hoy escuchaste y que no vas a escuchar. 

Por más que lo tengan planificado, no debe ser sencillo resolver, cambiar o decidir sobre la marcha, ¿no?

El público lo resuelve y nosotros lo tenemos súper estudiado, para no meter la pata. Tenemos los dos guiones paralelos en la cabeza y hacemos lo que se resuelva en cada elección, según salga roja o amarilla y para allá vamos. Esta es la tercera temporada que hago, entonces ya estoy más tranquila, y los chicos que recién arrancan lo van resolviendo, sabiendo que esta actuación los pone en otro lugar.

¿La gente se siente identificado con estos casos?

Sí, son historias con las que todos nos sentimos identificados y por las que, en algún momento, vamos a tener que pasar. La vocación, la familia, la pareja, la enfermedad… En algún momento nos toca, antes o después, no estamos ajenos.

Su personaje y una situación personal

¿Qué podés decir de Catalina, tu personaje, la mujer que renuncia a sus aspiraciones personales para dedicarse a su padre con Alzheimer?

Que pasaron diez años de la primera temporada y que hoy la entiendo muchísimo más. Hoy no tengo a mis padres y en ese momento tenía a los dos, por eso hoy la entiendo más. Amaba a Catalina hace diez años, ahora la súper comprendo. Tuve que acompañar a mis padres, sé lo que es acompañar a un ser querido. Ahora estoy haciéndole honor a ellos y siento que están de alguna manera. 

Para tibio, pastel de manzana

Teatro Border

Godoy Cruz 1838, CABA)

Sábados, 22.30 horas 

Entradas en el teatro

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