Osvaldo Laport es «El señor de las ballenas»

Osvaldo Laport es «El señor de las ballenas»

Por Guillermo Tagliaferri (guille.tagliaferri@elcafediariook.com)

Edición: Florencia Romeo (florencia.romeo@elcafediariook.com)

Una película que muestra a el maravilloso espectáculo de las ballenas en su entorno natural, en Puerto Madryn y Puerto Pirámides, ya vale la pena. Y si además está acompañada por una buena historia, como en el caso de El señor de las ballenas, producción nacional que se estrenará el jueves 12 de septiembre en las salas de todo el país, la atracción aumenta. 

Osvaldo Laport interpreta a Popei, un ex guía de las excursiones balleneras que sufrió una injusticia en el pasado, debido a un viejo conflicto con un poderoso colega, papel a cargo de Carlos Kaspar. Se luce Laport personificando a un hombre que oscila entre el romanticismo y la locura.  

Osvaldo Laport asume el papel de Popei, un excéntrico ex guía de una embarcación ballenera, que tiene una personalidad excéntrica y un pasado dramático.

Mientras Popei se dedica a contar historias de ballenas, llevar una vida desordenada y ser un personaje tan pintoresco como excéntrico, se cruza con Diana –Malena Solda-, una periodista arribada desde Buenos Aires con la misión de retratar y escribir artículos que beneficien al turismo y a la empresa del  enemigo declarado de Popei. 

Profundizando, la recién arribada llega hasta Popei y le hace una entrevista que enfurece a Carlos, y así se reaviva una historia oscura y ella misma queda atrapada en el medio y con la encrucijada sobre qué camino tomar.

Todo este argumento está acompañado por hermosas e impactantes imágenes de las ballenas y sus clásicos desplazamientos y piruetas en ese magnífico lugar de la Patagonia

Entre ballenas, vientos y contratiempos

Alex Tossenberger, guionista y director de El señor de las ballenas, explicó en la función para la prensa que «tenemos una relación histórica con la Patagonia y en especial con Península Valdés, donde hicimos Gigantes de Valdés y anteriormente realizamos documentales y comerciales. En esta nueva película no solo los actores son protagonistas, sino que también lo son la naturaleza y las ballenas«.  

Reveló que «el plan de rodaje hubo que armarlo casi todos los días de nuevo, por distintas cuestiones. No solo esperar a las ballenas, sino a que nos agarraron temporales, al fuerte viento que si superaba los 30 kilómetros nos impedía salir a navegar, o que por cuestiones climáticas se cerraba el puerto. Y además depender de las ballenas, que si no quieren interactuar, no quieren, y tratar de forzar la situación puede ocasionar un accidente«.

Tossenberger, que además es buzo desde hace muchos años y lo aprovechó para el trabajo en esta película, contó que «el agua en junio es más transparente que en octubre, pero en octubre hay más cantidad de ballenas«. 

Vanesa Giménez, productora; Alex Tossenberger, guionista y director; Osvaldo Laport y Carlos Kaspar, actores, en la conferencia de prensa tras la proyección de la película.

Laport, El señor de las ballenas

«No nos conocíamos con Alex, lo hicimos cuando Jorge, mi representante y amigo, me comentó sobre el proyecto de esta película y nos reunimos para hablar del guion y la historia. En principio me gustó el privilegio de seguir siendo convocado para personajes atípicos, transgresores, diferentes, Y más allá del acierto o desacierto en cuanto a mi entrega al personaje, me dio la posibilidad de seguir jugando y creando«, manifestó Laport en la rueda de prensa posterior a la proyección de la película.

Agregó: «Entendiendo que tengo la posibilidad de crear personajes está relacionado con una filosofía de vida o con un sello. Leo un guion y siempre trato de buscarle algo que de pronto no está escrito, no dicho o el subtexto de algo que no está. Este personaje también me daba la posibilidad de bucear, más allá que en la película hay momentos de buceo, en un mundo totalmente desconocido para mí y donde también estaba la posibilidad de seguir bregando por la humanidad. Yo soy embajador de buena voluntad de Acnur, con la misión de aportar mi granito de arena por bregar por la libertad, por la paz, por la vida, por respetar al otro. y en esta película está el respeto a los animales, a las ballenas, a su entorno, a la naturaleza, a nosotros mismos«.

Laport aseguró que «participar en esta película fue una experiencia conmovedora para mí. Por la relación de nosotros, los humanos, con otras formas de vida como la fauna, la flora. Las ballenas… estar tan cerca de una especie que viene desde la prehistoria. Estar tan cerca, verlas bajo el agua y tenerlas al alcance la mano, me tentó tocarlas, pero estaba prohibido. Y está bien, a nosotros no nos gustaría que nos toquen«.

Carlos Kaspar es el malo de la película, el enemigo declarado de Popei, por una vieja disputa del pasado. El actor posee un extenso recorrido en cine, teatro y televisión. 

Demasiada tranquilidad, demasiada paz   

Entre risas, el actor uruguayo, de 68 años y un amplio y destacado recorrido en la televisión, cine y teatro argentino, contó que «en la secuencia final en el lanchón, con drones a la distancia esperando que las ballenas se acercaran, estaba con Juanpi, el encargado del sonido escondido en el gancho. Pasaba el tiempo y pasaba el tiempo y no venían las ballenas. Habían sido varios días de una misma situación, entonces en un momento le digo al loco Juanpi: ‘¿Sabés de qué tengo ganas?’ Y me contestó: ‘Sí, me imagino, de un fernet’. Le dije: ‘No, no. De estar en medio del Obelisco, con una manifestación que se venga encima’. Porque quería ruido, quería acción«.

Otro episodio gracioso contado por Laport tiene relación con su look. «La propuesta de esta película y de otra, Hombre muerto, que filmamos en La Rioja, fueron interrumpidas por la pandemia. Alex me había dicho que me vio en Instagram con el pelo largo y barba y que eso calzaba perfecto con mi personaje. Los dos proyectos se fueron extendiendo, se hizo primero Hombre muerto y como El señor de las ballenas se venía extendiendo y no tenía fecha definida, un día me corté el pelo al ras. Y enseguida me avisaron que empezábamos, igual me dijeron, aunque hubiese sido mejor con el pelo largo, que no había problema«, señaló.

El reflejo en los lugareños   

Laport destacó que «antes de viajar a Península Valdés me reuní con el director y la productora en una oficina en Buenos Aires para ensayar el personaje de Popei. Pero no estaba cómodo, no es lo mismo hacerlo entre cuatro paredes en Buenos Aires que allá en la playa y el puerto. Uno anhela y desea estar donde se va a rodar un par de días antes, pero entiendo que es imposible por costo. Uno empieza a buscar y a crear un personaje y mucho más en un entorno donde se desarrolla la película«. 

De todos modos, pronto encontró una importante ayuda. Contó: «En el pueblo marisquero, donde estaban los containers y los colectivos, encontré muchos personajes maravillosos, muchos de ellos personas que vivían en Buenos Aires y han decidido tirar todo e irse a vivir otra etapa de sus vidas. Ellos tienen un comportamiento que, a nosotros, los actores, nos sirve mucho, desde la observación y no la invasión. A mí me encantaba, de pronto, charlar con cada uno de ellos, observar su comportamiento, fijarme cómo miran, cómo caminan, cómo respiran. Todo eso me ayudó a la hora de la construcción del personaje y a buscar la locura de Popei”. 

El señor de las ballenas, producción nacional filmada en las playas chubutenses donde los majestuosos cetáceos deleitan a lugareños y turistas.

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