«La lluvia seguirá cayendo» y los conflictos no resueltos
Por Guillermo Tagliaferri (guille.tagliaferri@elcafediariook.com)
Edición: Florencia Romeo (florencia.romeo@elcafediariook.com)
Un padre y un hijo se reencuentran en persona después de veinte años. Son muchos los temas pendientes tras esa larga ausencia, y también los rencores, tensiones y ausencias no resueltas que salen a la luz en ese encuentro luego de dos décadas. Esta situación plantea La lluvia seguirá cayendo, la obra teatral protagonizada por Osvaldo Santoro y Paulo Brunetti.
A la vieja y deteriorada vivienda del padre, y también taller artístico ubicado en un complicado barrio porteño, llega el hijo, de sorpresa, que durante la crisis del 2001 había emigrado a Estados Unidos, donde alcanzó una sólida posición empresarial y económica. Y así es que se cruzan dos mundos opuestos, dos generaciones equidistantes y muy diferentes, aunque con un punto en común: la soledad.

Santoro, uno de los mejores actores argentinos, es el padre, un pintor exitoso en el pasado y devaluado en el presente, que pensó más en sí mismo que en su familia. Alguien que decidió enfrentar las cíclicas crisis del país quedándose y tratando de sortearlas a su manera.
Su único hijo, papel interpretado con suma eficacia por Paulo Brunetti, no guarda recuerdos felices de su niñez y adolescencia y tuvo el coraje de lanzarse a la aventura en el exterior, hastiado por la gran crisis del 2001. Y vuelve en esta época, igual de tumultuosa y conflictiva.
De regreso por unas semanas a su Buenos Aires natal, el reencuentro con su padre saca a relucir viejos recuerdos y conflictos del pasado, temas no resueltos y callados o tratados superficialmente. Hasta que estallan las verdades, las acusaciones y los reclamos.
Dos mundos distintos
No sólo se trata de posiciones distintas en la forma de encarar la vida, sino que además chocan las viejas tradiciones y razonamientos, emparentados con el arte, los pensamientos y las costumbres de la generación del padre, y la practicidad, basada en la tecnología, la inteligencia artificial y la practicidad, baluartes de las nuevas generaciones.

El mundo viejo y el nuevo, en todo sentido. En lo relacionado con los vínculos familiares, la identidad y los sentimientos y también en el desarrollo de la vida cotidiana.
La distancia afectiva y emocional de padre e hijo, durante esas dos décadas de separación física, intenta acortarse en una búsqueda, nada sencilla, por comprender y aceptar el pasado e intentar una reconciliación, también complicada, en el presente.
Un diálogo sincero, frontal y responsable es necesario, sin ocultar nada y asumiendo cargos y culpas. ¿Lo conseguirán? La dramaturgia de La lluvia seguirá cayendo corresponde a Oscar Barney Finn, que también está a cargo de la dirección, y Marcelo Zapata.
Osvaldo Santoro y su regreso con La lluvia seguirá cayendo
El experimentado actor de 76 años y con una amplísima trayectoria en cine, teatro y televisión, retornó con La lluvia seguirá cayendo a los escenarios tras cinco durísimos años de ausencia, lapso en el cuál fue operado, en dos ocasiones, de un tumor en la garganta, sometido a sesiones de rayos y además sufrió el fallecimiento de su esposa.

Osvaldo, ¿qué es lo primero que resaltarías de esta obra?
La lluvia seguirá cayendo, escrita por Barney Finn y Marcelo Zapata, es una obra que realmente nos representa. Porque habla de la relación entre un padre y un hijo, pero también del tiempo presente, de lo que tiene que ver con la modernidad en el arte y en la vida. Tiene muchos temas que abarcan todo de manera muy profunda. Está muy bien escrita y por suerte, creo yo, sin ánimo de hablar bien de mí, bien actuado y con un gran trabajo de Paulo.
Queda expuesto el contraste entre dos visiones opuestas, ¿no?
Exactamente. Acá se muestra claramente el choque de dos generaciones que están dentro del mismo tema, que es el arte. Sin embargo, cada una de ellas tiene vidas e ideas distintas del mundo.
Las cosas que no se dijeron ese padre y ese hijo en su momento son un pase de facturas en el presente.
Tal cual. Eso creo que hay que dejarlo muy en claro porque, durante veinte años, el padre y el hijo no se ven. En ese tiempo hay muchas cosas que quedaron muy guardadas y que hoy se develan y que generan lo que generan. Claro que no voy a decir cómo termina…
Al finalizar la función, advertiste sobre el difícil momento que está atravesando el teatro independiente. ¿Podés repetirlo?
Sí, le agradecí al público por su presencia. Nos da fuerza para luchar en esta etapa tan dura para el teatro independiente, que está abandonado y desprotegido. Estamos pasando un momento muy difícil con la cultura, muy difícil. Por lo cual me parece que es importante tener en cuenta que es necesario estar y luchar como nunca para seguir haciendo este tipo de teatro.
¿Cómo sigue el recorrido de La lluvia seguirá cayendo?
Vamos a hacer tres funciones más en el Teatro Beckett, los sábados 5, 12 y 19 de octubre. Y después, temporada en Mar del Plata, a partir del 10 de enero, en el teatro Cuatro Elementos. No es una súper producción, pero sí es una obra donde el público la va a pasar muy bien.
LA LLUVIA SEGUIRÁ CAYENDO
Guardia Vieja 3556, CABA
Sábados 5, 12 y 19 de octubre a las 18.30 horas
Entradas en el teatro o en Alternativa teatral
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