«Fuentes reservadas», una novela que hurga las fake news

«Fuentes reservadas», una novela que hurga las fake news

Por Guillermo Tagliaferri (guille.tagliaferri@elcafediariook.com)

En su largo recorrido por distintas redacciones periodísticas, Vicente Armando Muleiro se convirtió en testigo presencial, actor en algunas ocasiones, de la elaboración de noticias falsas, hoy conocidas como fake news, para llevar adelante operaciones de prensa con un fin determinado.

En su flamante libro -que se suma a las más de dos docenas anteriores de su prolífico itinerario literario que incluye novelas, ensayos, poesías y cuentos infantiles- Fuentes reservadas, Muleiro relata una ficción que mucho se asemeja a la realidad.

La novela tiene como protagonista a Lucio Maldonado, un periodista porteño saturado de su vida en la gran ciudad, y resuelve radicarse en la Patagonia, modificando totalmente sus rutinas y sus hábitos.

Vicente Muleiro, periodista, escritor y dramaturgo, con paso por diversos medios de prensa gráficos, radiales y televisivos. Un agudo y certero conocedor del ambiente.

Fuentes reservadas, mentiras reveladas

Mientras alterna con la soledad, el clima helado, la bella naturaleza y disfruta de tocar la guitarra y de voluminosas mujeres, Maldonado hace una especie de mea culpa y desglosa diez crónicas escritas, publicadas en un importante diario, y revela la versión auténtica.

Operaciones de prensa con la clara finalidad de desprestigiar, denostar y hasta, causar la muerte, de enemigos. Por cuestiones económicas o políticas. Mostrando el inmoral y cruel accionar de quienes están a cargo de un medio que se pregona como ético e independiente.

Fuentes reservadas es una de esas novelas que atrapan al lector y lo incitan a seguir leyendo y devorando páginas. Una interesante propuesta para sumergirse en una historia de ficción, aunque que tranquilamente puede identificarse con la realidad. Y para reflexionar y atar cabos con recuerdos de sucesos pasados.

Muleiro en el escenario del Teatro Calibán, donde se presenta Maxidonio, el puchero misterioso, obra de su autoría y que es dirigida por Norman Briski.

Entrevista con el autor

Muleiro, quien además de escritor y periodista es guionista de obras de teatro -actualmente está en cartel Maxidonio, el puchero misterioso– habló sobre su nuevo libro con El Café Diario®.

¿Cómo surgió la idea de escribir Fuentes reservadas?

Como periodista gráfico trabajé hasta el 2009 y vi cómo a partir de ese momento, y desde un poco antes, se aceleró eso que llamamos fake news, u operación de prensa, para lograr objetivos políticos a un nivel descarado que realmente hizo de la profesión una especie de circo en función de apuntar el poder económico.

Bueno, y teniendo en cuenta mi conocimiento de los personajes y de los climas, escribí esta novela, donde ese es el tema. Un  periodista arrepentido que decide abandonar la profesión y se recluye para reescribir la verdad de todo aquello en lo que él había participado o casos en los que no había participado pero de los que tuvo conocimiento.

Es una cuestión que se viene replicando y creciendo no sólo en Argentina, ¿no?

Exacto, esto no es una novedad, sucede en todo el mundo. Los nuevos gobiernos más fuertes que tienen una estructura capitalista y sus gobiernos subordinados, como el nuestro, tienen un trípode que es la economía, la justicia y el periodismo.

Entre 2012 y 2015, Muleiro fue vicedirector de Radio Nacional y conductor del programa Via Libro.

Verdades y mentiras

¿Se puede decir que en este caso cualquier parecido con la realidad…no es pura ficción?

No, la realidad es que es un libro de ficción, es absolutamente ficción. Pero, como dice Vargas Llosa: la verdad de las mentiras, o sea, por ahí, por el lado de la ficción se puede hacer una verdad más potente que si documentaras la realidad.

Las ficciones tienen esa característica y muchas han sido importantes porque han dado cuenta de situaciones y de climas tan fuertes como si hubieran sido reales. 

El lector podrá acotejar algún caso que conoció de la realidad, otros son absolutamente ficticios, pero, teniendo en cuenta cómo está el periodismo, absolutamente posibles.

¿Pensás que disminuyeron el nivel  y la credibilidad del periodismo en estas últimas  unas décadas? 

Bueno, ha bajado mucho, yo creo que de 1990 para acá, con el crecimiento ya furibundo de las corporaciones en todas las áreas de la vida. De la vida política, de la vida social, y esto se nota mucho ahora. Muchos legisladores pasan a obedecer más a las corporaciones que a las líneas y los programas partidarias. Y por supuesto que el periodismo forma parte de esa movida y de esa adaptación. Todos nuestros grandes medios tienen relaciones muy fuertes con corporaciones tradicionales. 

Esas noticias falsas causan daños tremendos a sus víctimas, ¿no?

Por supuesto, sí. Han hecho pomada a personas, a reputaciones. Han servido hasta para ganar elecciones. Hay que escribir que un ministro es responsable de tres muertes del mundo de la droga y después desmentirlo como si no hubiera sido nada. 

Hay que escribir que un expresidente y su hijo tienen un depósito de una cuenta en una isla X  y después comprobar que no existe el banco, por ejemplo. 

¿Cuando llega la desmentida, ante la evidencia de las pruebas, el daño ya está causado y cumplió su objetivo?

Claro. Cuando se publica cobra una fuerza de verdad que, como lo estamos viendo, opera políticamente.  Y después la aclaración ya impacta de igual manera.

Así que sí, volviendo a una pregunta anterior, creo que el periodismo ha decaído de una manera muy fuerte y se lo encuentra mejor en las zonas zonas marginales, en cosas que emprenden gente que quiere cuidar el oficio, que está apasionada por el oficio y que entienden que no se escribe para mentiras carnavalescas.

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