Bendito 10, un museo dedicado a Diego Maradona en La Paternal

Bendito 10, un museo dedicado a Diego Maradona en La Paternal

Por Guillermo Tagliaferri (guille.tagliaferri@elcafediariook.com)

Edición: Florencia Romeo (florencia.romeo@elcafediariook.com)

A unos metros del estadio que lleva su nombre y escenario donde empezó a encandilar al mundo con su talento, sus goles y su calidad, Diego Armando Maradona tiene un nuevo museo rindiéndole homenaje en un barrio proclamado como «Tierra de Dios». Bendito 10 es este lugar, ubicado en la esquina de Linneo y Álvarez Jonte, a un paso de la cancha de Argentinos Juniors.

Marcelo Chiarelloartista plástico y uno de los más destacados mosaiquistas del país, es el ideólogo de esta muestra instalada en el corazón de La Paternal.  En Bendito 10 abundan sus obras, que replican distintas imágenes de Maradona formadas con pequeñas partes de mosaicos y azulejos. También realizó y exhibe obras propias realizadas en trozos de piedra y con la estampa del recordado futbolista

No sólo las elaboraciones artísticas de Chiarello abundan en este museo. En sus paredes y hasta techos, de pared a pared, se visualizan todo tipo de elementos relacionados con el ex 10 de Argentinos Juniors, Boca Juniors, Barcelona, Napoli, Sevilla y Newell’s y campeón mundial con la Selección Argentina: camisetas, revistas, posters, fotos, libros, figuritas, monedas, afiches publicitarios, juguetes, banderines, una fotocopia del primer contrato profesional de Maradona y hasta una copia de su DNI.

El frente de Bendito 10, en pleno barrio de La Paternal, a unos pasos del estadio Diego Armando Maradona, de Argentinos Juniors.

Una terraza con tres tesoros maradonianos   

Recorrer esos dos pisos es una experiencia insuperable para cualquier maradoniano. Y subiendo una escalera se llega a otro de los puntos destacados de la visita: un enorme mural con la imagen de Maradona en una de las paredes, una estatua gigante de Diego y una camioneta rastrojera réplica del vehículo de José Trotta, padre de uno de sus compañeros, que trasladada al icónico equipo de Los Cebollitas a los partidos. 

Inaugurado el 24 de septiembre, está abierto al público en general y se puede visitar los martes, jueves, viernes y sábados. El recorrido es guiado por el relato de Chiarello, quien va brindando detalles de los elementos en exhibición, porque detrás de cada pieza se dispara una historia o una anécdota. 

La camioneta de Trotta, padre de uno de los compañeros de Maradona en infantiles e inferiores, transporte de los famosos Cebollitas.

La historia de Bendito 10 

Marcelo, ¿cómo nació este museo?

Empecé armando algo similar, personal, en una habitación de la casa de mi mamá, en Mataderos. Ahora, gracias a un ofrecimiento de un amigo, César Pérez, que tenía este lugar vacío, lo pasé acá, a La Paternal, y lo abrimos al público. Juntamos el material de él más el mío, con una cantidad de cosas relacionadas con Diego y fuimos armándolo pieza por pieza. Y completamos un paseo todo maradoniano junto a La Casa de Dios, la propiedad donde vivió Diego y que está a tres cuadras, y el estadio que está a una cuadra.

¿Pensás que se puede hacer un circuito turístico uniendo esos tres puntos?

Es una buena idea. Nos encantaría y creemos que podría concretarse, será cuestión de seguir hablándolo y aunando criterios. Son tres lugares clásicos del barrio y la historia de Diego, un paseo bastante completo. Yo digo que Bendito 10 es como un Diego de todos y se diferencia, y a la vez se complementa, con su primera casa, que se la dio el club, y el museo que está en el estadio y que además de Maradona abarca a todo Argentinos Juniors.

Marcelo Chiarello, artista plástico, con varios de sus cuadros confeccionados con pedacitos de mosaicos y azulejos. 

¿Cómo fue juntar todos estos objetos?

Son años de coleccionismo personal, de andar rastreando y buscando. Fue ir juntando piezas, también con la colaboración de gente amiga y coleccionistas, por ahí de otro rubro, pero sabiendo que uno estaba con lo de Diego. Del exterior me mandaron muchas cosas también. Por ejemplo, un primo que vive en Alemania me consiguió una revista dedicada a Diego después de su fallecimiento.

También amigos que son vidrieros y hacían cosas en madera calada y con vidrio relacionadas a Maradona hicieron su aporte. Un gran dibujante de caricaturas, Aldo Van Meegrot, donó sus cuadros. Además de lo comprado, canjeado o recibido desde hace tiempo, la gente trae muchas cosas y hay prometidas muchas más en camino. Y así fue incrementándose la colección.

Europeos fascinados con Bendito 10

¿Cuál es la reacción de los turistas europeos que vienen al museo?

Vino un grupo de Países Bajos y otro día uno de Polonia. Se vuelven locos y muestran su admiración. A lo mejor conocen solamente datos elementales de Maradona y cuando le empezás a explicar cada pieza y sus datos, escuchan con atención y algunas cosas no las pueden creer. Sacan muchas fotos.

¿Qué artículos curiosos se pueden encontrar? 

Está la foto del cementerio de Nápoles, con el cartel que pusieron en la entrada los hinchas napolitanos cuando Diego los llevó al primer título de campeón de Italia que dice: «Ustedes no saben lo que se perdieron«. Otras son las figuritas que me firmó Diego, en el predio de AFA en Ezeiza, cuando entrenaba ahí con Gimnasia y Esgrima. También mucho material fotográfico, por ejemplo, una foto con Ricardo Gareca, ambos con la camiseta de Boca en la Bombonera y ni el propio Tigre la había visto anteriormente.

Chiarello, el ideólogo de Bendito 10, con varios artículos de su extensa colección maradoniana, que supera las 2000 piezas. 

¿Y si tuvieses que nombrar el artículo top? 

Dejame pensar… Por el valor afectivo y la historia, un libro sobre Maradona escrito en árabe. Me lo regaló el embajador de Kuwait, maradoniano hasta la médula. Me compró unas piedras talladas, hicimos una amistad y me dio ese libro. Todo el vínculo, impensado, se dio gracias a Diego.

Otra pieza con mucho valor afectivo para mi es una revista L’Equipe de Francia, con Maradona en la tapa. Me la había prometido un muchacho antes de la pandemia. No llegamos a vernos por la cuarentena y después, al fallecer Maradona, yo pensé: «Ahora esa revista vale fortunas, no me la va a dar«. Pero cumplió y me la dio, y al poco tiempo murió de forma repentina. 

Otro de los platos fuertes del museo está en la terraza, ¿no?

Sí, el mural tiene un valor mucho más grande porque se hizo en 2018, fue de los primeros y significó un homenaje en vida a Maradona. Se dibujó y pintó de manera totalmente artesanal, hoy los murales se hacen con una tecnología especial. Este, además, tiene la misma altura de uno similar que está en una pared en Nápoles. Ya estaba en la propiedad cuando instalamos Bendito 10.

La estatua gigante la hizo un artista de la zona norte, y trasladarla y subirla resultó toda una aventura. Con el rastrojero la gente se queda maravillada, el original lo robaron y éste es una copia exacta del que usaban en las inferiores para ir a jugar y Diego era uno de los pibes que viajaba en la caja junto a sus compañeros. 

La estatua y el mural gigante expuestos en la terraza del museo y con visión desde la calle.

Veo una camiseta y fotos de Ricardo Pellerano, ex defensor de River Plate, Argentinos Juniors y Quilmes, que tuvo vínculo con Maradona.

Exacto. El Bicho Pellerano era el capitán de Argentinos Juniors cuando debutó Diego. Lo cuidó de una forma paternal, le decía al resto del plantel: «Protejámoslo, que este pibe nos va a hacer conocer el mundo«. El técnico de Inferiores, Francis Cornejo, le comentó un día a Pellerano que tenía que ver jugar a Maradona, pero con la condición de que no le dijese nada al técnico de la Primera, Juan Carlos Montes, para que no se lo llevase. Pellerano quedó impactado cuando lo vio jugar y no pudo evitar darle el dato a Montes. La primera respuesta del experimentado entrenador fue: «Tiene 13 años, hay que esperar«, pero apenas vio las maravillas que hacía ese chiquilín de melena enrulada lo llevó a entrenar con la Primera y a los 15 años le brindó la chance del estreno.

Años después, Maradona incorporó a Pellerano a su cuerpo técnico cuando dirigió a Deportivo Mandiyú y a Racing Club. Como no tenía vehículo, le prestó un auto para pudiera movilizarse mientras cumplía su misión, hasta que una Nochebuena se lo regaló. Pellerano no quería aceptarlo. Sin embargo, Diego insistió y le mandó la transferencia del coche. Es una de las tantas historias poco conocidas de la parte humana de Maradona. 

Bendito 10

Linneo 2196, CABA.

Martes, jueves y viernes de 13.30 a 18 h.

Sábados de 12 a 18 h.

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