Soledad y Lavié, junto al Coro del Tabernáculo
Por Guillermo Tagliaferri (guille.tagliaferri@elcafediariook.com)
El célebre Coro del Tabernáculo, uno de los más antiguos del mundo en actividad, se presentó por primera vez en Buenos Aires con tres shows, como parte de su gira mundial Canciones de Esperanza, que tuvieron su toque de argentinidad con las presentaciones de Raúl Lavié y Soledad Pastorutti como principales referentes.
El primer espectáculo tuvo sede en el CCK y estuvo dedicado al tango, con las interpretaciones de Raúl Lavié, marca registrada de ese género, y posteriormente hubo dos funciones en el Movistar Arena dedicadas al folklore con una gran estrella de ese estilo musical como lo es Soledad, como atracción fuerte, tras las performances de Maggie Cullen y Dos Más Uno.
Una orquesta y coro religiosos
Esta gira del Coro del Tabernáculo y de la Orquesta de la Manzana del Templo, integrada por 70 músicos instrumentistas y 360 miembros del coro, se enmarca en la celebración por los 100 años de la llegada a Sudamérica de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, la entidad religiosa a la que pertenece, y que nació y tiene su sede principal en Estados Unidos.
El repertorio, obviamente, comprende composiciones religiosas, en su mayoría, pero también mezcla algunas canciones populares. Y para esta primera visita a Argentina el Coro se animó a entonar un par de temas en español.

Lavié, una voz clásica del tango
«Cuando recibí, hace un tiempo, la invitación para participar con este coro y esta orquesta, resolví volver a estudiar, porque dije yo no puedo de ninguna manera fallar en algo. Y comencé nuevamente con una profesora, aunque tengo mucha experiencia», confesó Raúl Lavié, voz emblemática del tango.
El músico de 88 años recién cumplidos contó que «fue un poco difícil coordinar los mensajes de las canciones, porque el tango tiene un léxico a veces distinto a las canciones que normalmente se escuchan y dentro de eso traté de elegir mensajes positivos. Después, por ejemplo, había dificultades de pronto con el armado de Balada para un loco, así que incluí a mis músicos también en esta oportunidad junto a la orquesta».
Folklore a pleno con Maggie Cullen y Dos más uno
En el Movistar Arena, el Coro del Tabernáculo y la Orquesta de la Manzana del Templo le dieron su espacio al folklore. La función arrancó con las interpretaciones de Maggie Cullen, dueña de un estilo profundo y dulce, referente de la nueva generación de artistas del folklore argentino con destacada presencia en el Festival de Cosquín y ganadora de un Premio Gardel.
Junto a la joven intérprete se presentó el grupo Dos más uno, trío formado por Marcelo Dellamea, Hugo Dellamea y Ariel Sánchez, que llevan recorrida una destacada trayectoria reconocida por su versatilidad, calidad instrumental y una visión moderna de la música folklórica.
Mientras sonaba la música, homenajeando a distintas naciones sudamericanas, bailarines y bailarinas, con vestimentas típicas, ampliaban el espectáculo otorgándole un expresivo colorido especial.

El Coro del Tabernáculo en acción
La segunda parte del show tuvo sobre el escenario a la Orquesta de la Manzana del Templo, desplegando sonidos instrumentales, y el Coro del Tabernáculo, con sus afinadas voces. Ofrecieron su repertorio con referencias a su identificación religiosa y también intercalaron otros temas, como una brillante interpretación de What a Wonderful World, la famosa canción de Louis Armstrong.

Le dieron asimismo cabida a obras de otros compositores argentinos, como el Aleluya de Alberto Ginastera; Adiós Nonino de Astor Piazzolla, y Color Esperanza, de Diego Torres, cantado por el mexicano Alex Melecio.

Soledad encendió el Movistar
La irrupción de Soledad, que arrancó con el pegadizo hit Tren del cielo, hizo levantarse y corear a todo el estadio. Continuó con Los paisajes, Soy un hijo de Dios y Brindis, ratificando con la potencia de su voz, su fuerza escénica y su gran carisma, que es una artista completa y muy querida por el público.
«Siempre, por una cuestión de tradición familiar y de valores, he estado muy cerca de la Iglesia Católica. Pero creo que lo que más me motivó a participar es el mensaje de esperanza y la música. Siento que a veces son valores que los nombramos como al pasar, como cosas que están todos los días, como caminar, como respirar y el amor mismo, que a veces decimos el amor, el amor es la respuesta de todos y nos cuesta cada vez más entender cómo hay que sentirlo y cómo hay que progresarlo», declaró la cantante, quien se presentará el12 y 13 de octubre en el Gran Rex.

La oriunda de Arequito agregó: «Así que para mí la motivación tiene más que ver con la música, que es lo que me ha acercado muchas veces a la gente y por qué no a Dios, a Jesús, a las creencias. Hablamos de la Iglesia como una institución, y siempre hago referencia a que en los peores momentos nuestros como seres humanos necesitamos aferrarnos a algo. Bueno, a mí me ha ayudado mucho creer, he vivido cosas muy interesantes, muy inspiradoras».
La música, para compartir y para encontrarnos
Soledad explicó que «hacemos música para compartir. Lo más bonito que nos puede suceder a los artistas es ver que la gente, los que están presentes, canta las canciones y hacen como una especie de coro natural, de coro popular. Para mí, en lo particular, que hayan elegido parte de mi repertorio para sonar en estos conciertos ha sido un regalo, porque cuando uno escribe una canción, creo que de alguna manera escribe un mensaje que tiene el propósito de compartir con el otro, el abrir el corazón, el encontrarse con otros con las mismas historias».
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