«Siempre guardavidas», una obra teatral sorprendente

«Siempre guardavidas», una obra teatral sorprendente

Por Guillermo Tagliaferri (guille.tagliaferri@elcafediariook.com)

Edición: Florencia Romeo (florencia.romeo@elcafediariook.com)

Sergio Mercurio es un artista innovador,  sorprendente y lo ratifica en su obra teatral Siempre guardavidas, estrenada hace más de una década en El Salvador y con posterior recorrido por salas de distintos países latinoamericanos. Ahora en Buenos Aires, la obra combina dos elementos poco habituales: el uso de yerba mate como elemento de dibujo y uno de los protagonistas es un muñeco animado.

El actor, director, cineasta, escritor, titiritero, artista plástico y formador, orgulloso de su Banfield natal -de la ciudad y del club- y viajero nómade con recorrido, y labor profesional, en distintos países y continentes, es autor, director, actor, dibujante y responsable del diseño de escenografía de esta conmovedora historia.

En Mar del Plata, dos viejos amigos, Juárez (Sergio Mercurio) y Juancito (la marioneta), hacen culto de ese intenso vínculo, entre mates, anécdotas, recuerdos, su pasión por el tango y humor. Pero una situación preocupa a Juárez: su viejo amigo está empezando a sufrir el mal de Alzheimer. 

Mientras la enfermedad de Juanito, guardavidas y nadador, y casi una leyenda de las playas marplatenses, va avanzando, su amigo intenta encontrar la manera de ayudarlo y aborda el tema de forma poética y con delicadeza y humor. Las coincidencias, como la devoción por las orquestas de tango y por Osvaldo Pugliese, y las divergencias, Juárez es adepto a la tecnología y el Facebook y Juanito los ignora y rechaza, pretenden ser un nexo.

La marioneta del guardavida, afectado de mal de Alzheimer, con un símbolo de la amistad argentina: el infaltable y acercador mate. Foto: Pablo González. 

Dibujando con yerba en Siempre guardavidas  

Durante varios lapsos de la obra, Sergio Mercurio va realizando diferentes dibujos, sobre una mesa, usando yerba. Esos grabados y los movimientos de las manos se van reproduciendo en una pantalla ubicada al fondo y a lo alto del escenario, para que los espectadores gocen de una perfecta visión de la técnica.

La perfección de los dibujos y la plasticidad para transformar figuras, personas y acciones es sorprendente y le dan un elemento extra al interesante argumento del texto.

Mercurio en acción durante Siempre guardavidas, alterna sus diálogos, reflexiones y movimientos con el dibujo con yerba sobre una mesa. Foto: Pablo González

Completan el elenco Amanda Mercurio, como actriz (Pepo, una especie de nieta postiza de Juanito) y manipulando gaviotas, y Laura Pagés, compartiendo la manipulación del guardavida y manipulando palomas.

Muchos de estos temas se abordaron en la entrevista que le realizó El Café Diario® al multifacético Sergio Mercurio.

El porqué del mate en Siempre guardavidas  

Sergio, ¿cómo se te ocurrió incluir el mate, como elemento de dibujo, en la obra?

Cuando originalmente pensé esta historia de dos amigos que se hacen viejos, empecé a buscar materiales que uniesen y representasen a la amistad. Me di cuenta de que una cosa palpable que existe en la amistad es el mate. Y después me pregunté: «¿Qué se puede hacer con la yerba?» y ahí me acordé de que había visto dibujar con arena y me parecía que era muy lindo, efectivo y emocionante.

Y, entonces, cambiaste la arena por la yerba para dibujar…

Pensé si se podría hacer algo similar dibujando con yerba en vez de mate dentro de un espectáculo. Fue difícil, porque la yerba mate tiene palos, que se gobiernan por sí mismos, el palo cae donde quiere.  Al principio me enojé mucho, porque no encontraba el tipo de yerba ideal, probé con todas las marcas.

Hasta que pensé en hacer grabados, distinto al dibujo de arena. Para mí, lo interesante era amigarme con la técnica y practicar, practicar y practicar hasta que logré hacerlo. Quedé contento con eso, pero nervioso por el hecho de tener una cámara arriba y que se viese bien, pero mi amigo Cristiano Pitón, encargado del diseño de las luces, hizo un gran trabajo.

El retrato del inolvidable y genial músico Osvaldo Pugliese, dibujando con la novedosa técnica de yerba mate. Foto: Pablo González.

¿Vas a revelar cuál fue la marca que elegiste?

No, porque tengo la esperanza de que alguna me financie, ja, ja. Es cierto que probé todas las yerbas, hasta de otros países. La de Brasil tiene más polvo y por eso es más fácil para dibujar, pero no la uso porque si un argentino llega a ver que es yerba brasilera, cagué, ja, ja. La que uso es La Hoja.

Una estrecha relación con los viejos 

¿Te preocupan el tema de la vejez y el mal de Alzheimer?

Tengo desde chiquito una relación especial con los viejos. Tuve cuatro abuelos súper presentes y, como si esto fuera poco, al lado de casa tenía dos viejitos que no tenían nietos y para mí también eran mis otros abuelos. Para mí, estar con viejos es algo muy natural. No sé por qué, pero, desde chico, llego a un lugar y si hay viejos yo sé cómo charlarles y ellos saben que me tienen que contar cosas.

Dramaturgo, director y actor, Sergio Mercurio paseó sus creaciones por Francia, España, Bélgica, Italia, Alemania, Portugal, EEUU, México Brasil, Uruguay, Bolivia, Chile, Perú, Ecuador, Venezuela, Nicaragua, El Salvador y Guatemala y ahora presenta Siempre guardavidas en Buenos Aires. Foto: El Café Diario.

Hasta que decidiste incluirlos en tu obra.

He estado con viejos en situaciones difíciles y en un momento pensé que quería dedicarle un espectáculo a la vejez. Lo hice en 2003 y me di cuenta de que no podía terminar de resolver la historia porque me faltaba madurez. Resolvía cuestiones técnicas, pero había cosas que me faltaban.

Hice un primer espectáculo, con lo que me sobró de ese, y lo estrené en 2007, se llamaba, justamente, Viejos. Siempre guardavidas lo terminé en 2013. Los viejos me inspiran, me motivan, me interesan, me llaman la atención. En mis obras trato otros asuntos no tan complejos, en este caso me pareció que se trata de un tema del que hay que hablar y visualizar.

Un muñeco que aporta magia 

¿Qué aporta que el personaje que interpreta al Guardavidas sea una marioneta y no un actor de carne y hueso?

Me aporta la magia. Es más mágico que ponga un muñeco y que el espectador sepa que es un muñeco y que no hay ninguna posibilidad que deje de pensarlo. Yo creo en este tipo de teatro, donde la mitad lo pone el público.

Todo lo que no está vivo nos genera creencias más fuertes. Lo que no palpamos o no vemos nos lleva a la profundidad de nuestro espíritu. Con las cosas inanimadas, lo que nos sucede es mucho más profundo. Es elijo creer, elijo sentir, como una forma de la libertad.

¿Cómo te llevás con la tecnología, ya que en la obra pasás de la fascinación a la crítica?

Tengo esa contradicción que muestra la obra. Hay cosas que me niego a usar y después las tengo que usar. Estoy en un vaivén. Pruebo. Tengo miedo porque tengo tendencia a ser adicto de la tecnología, pero también tengo miedo de perdérmela. En la obra traté de dialogar con ella, a favor. Para mí, por ejemplo, es un problema poner la cámara, cuando prende la luz digo por favor que ande. Estoy con ese debate…

SIEMPRE GUARDAVIDAS

Teatro Chacarerean

Nicaragua 5665, CABA

Martes 6, 13, 20, 27 de mayo, 3 y 10 de junio, a las 20 horas

Entradas por Plateanet

El afiche de la obra da la bienvenida en el ingreso al Teatro Chacarerean, en la calle Nicaragua, en el porteño barrio de Palermo Hollywood. Foto: El Café Diario.

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