«El puerto de la gloria», Mar de Plata y la nostalgia de los ‘80

«El puerto de la gloria», Mar de Plata y la nostalgia de los ‘80

Por Guillermo Tagliaferri (guille.tagliaferri@elcafediariook.com)

Edición: Florencia Romeo (florencia.romeo@elcafediariook.com)

Mientras el público atraviesa un cortinado y se va ubicando en sus asientos, sobre el escenario -un típico bar de barrio con estilo ochentoso y con música de fondo de aquella época-, sentada en una de las mesas, en penumbras, una mujer, con una mirada melancólica, fuma y espera.

Ella, remera escotada, minifalda y piernas cruzadas, es una de las tres protagonistas de El puerto de la gloria, obra teatral escrita y dirigida por la actriz Karina K en su debut como autora. 

Esa mujer, Gloria, interpretada por Mabel Salerno, es una prostituta portadora de una larga historia con recuerdos, ilusiones, alegrías, tristezas, decepciones y convicciones. Encuentra en el encargado del bar, Jorge, representado por Ezequiel Cipol, un hombre de campo, bonachón, componedor, gracioso y caballeresco, un sólido apoyo moral.

Pablo (Ezequiel Cipol), Dorita (Mar Mediavilla) y Gloria (Maby Salerno), los protagonistas, en una charla reflexiva. 

Marta Mediavilla completa el trío de actuaciones realistas y destacadas, en el papel de una prostituta joven, Dorita, amiga de Gloria. Pero, con el impulso de su juventud y la frescura de sus acciones, también choca bastante con su veterana colega y por momentos llegan a confrontar con dureza. 

En ese bar situado en el puerto de Mar del Plata, en un otoño de la década de 1980, suenan temas musicales, se cita a actores, actrices, hechos y guiños de aquellos tiempos, que se entrelazan con las circunstancias que van aconteciendo, con un contrapunto entre el tranquilo encargado y mozo, la reflexiva Gloria y la inquieta Dorita. 

Diálogos reveladores, temas que se ocultan, miradas expresivas, vínculos que se estrechan o se expanden. De fondo, la mencionada música, reproducida en una vieja doble casetera, y el ruido de las olas del mar, para aportar un clima propicio a los movimientos y voces de los tres protagonistas.

Escrita y dirigida por la actriz Karina K, El puerto de la gloria tiene como escenografía un bar del puerto marplatense.

El puerto de la gloria entre cafés, tragos y empatía     

Ezequiel Cipol, actor, director y profesor de teatro, en su papel de Jorge musicaliza el bar, prepara cafés, bebidas y picadas, mientras escucha, aconseja y protege a Gloria. Es la oreja que se presta a escuchar confesiones, la mano que palmea dando ánimo y el buen consejero. Finalizada una de las funciones, respondió a la entrevista de El Café Diario.

¿Qué podés decir de El Puerto de la gloria?

La obra es un viaje en tiempo real de una historia que ocurre en un bar de Mar del Plata. A partir de que los espectadores ingresan al teatro, pasan una cortina e ingresan al Perlamar, se encuentran con una historia que habla de la ilusión y también de los objetivos reales.

Ezequiel Cipol, actor de El puerto de la gloria, hablando sobre la obra en la entrevista con El Café Diario.  

Además de las tareas habituales de un encargado y mozo de bar, hacés de sosten y consejero de Gloria, ¿no?

Tal cual. Yo interpreto a Jorge, el encargado del lugar. Con Karina K hicimos muchos ensayos para que mi desempeño dentro del bar sea fluido. Preparo todo lo que consumen las dos protagonistas, Mabel Salerno y Marta Mediavilla, o Gloria y Dorita, y como todo buen encargado, escucho los secretos de los clientes, aconsejo, me rió, me divierto y también acompaño. Mi personaje es como la esperanza de Gloria, pero también la esperanza en el futuro.

¿Cuánto influye en la obra ese ambiente ochentoso? 
La obra es atravesada por la temática y la música de la década del 80. Karina K, por su amplia trayectoria en musicales, es una gran conocedora de la música de de esa década. Esos temas que suenan en el bar, en momentos claves de la obra, van musicalizando también cada estado de ánimo de los personajes. 

Con toda la energía, el descaro y la fuerza de la juventud   

Marta Mediavilla tiene una interesante trayectoria como actriz. Trabajó, entre otros, en Borges para niños; El hada verde; Desenchufados; Cuando callan los patos; El hijo del fin del mundo; La casa de Bernarda Alba; Loop, amor sinfín y Solita y sola. Además, heredó valiosos genes artísticos: es hija de la cantautora y actriz Patricia Sosa y del músico y productor Oscar Mediavilla

Tenés mucha conexión y complicidad con tus compañeros en el escenario, ¿es así?

La verdad es que la pasamos muy bien. Es una obra donde el grupo humano es muy genial, entonces eso siempre hace que todo sea un disfrute y que la pasemos bomba en escena.

«La pasamos bomba en escena«, contó Mar Mediavilla, quien se desenvuelve con frescura y eficacia en la obra.

¿Notas que también el público lo disfruta?

Estrenamos hace dos meses y seguiremos hasta fin de año, la verdad que cada vez mejor, cada vez viene más gente, y hay muy buenos comentarios. Cuando uno estrena una obra, por más de que uno la pase bomba, no sabe qué va a pasar con el público. Y, en este caso, el público tiene opiniones diversas; hay gente que por ahí se divierte mucho, otra que se queda reflexionando, otra que se queda con las actuaciones y eso está bueno.

¿Cómo catalogás a tu personaje?

Mi personaje es una chica que es prostituta, que es muy amiga de Gloria. Aunque tengan diferencia de edad, ellas son íntimas amigas. Es un poco el desencadenante de este malestar que tiene Gloria desde el principio de la obra y que después desata el conflicto y las cosas internas que les pasan a cada uno de los personajes.

¿Las ilusiones son una cuestión que resalta El puerto de la gloria?

Sí, es una obra que habla mucho también de las ilusiones. Los tres personajes tienen ilusiones y ganas de avanzar, de salir adelante. A veces se da, a veces no.

¿Conocías la música y los temas de la década de 1980?

Nací en 1988, pero lo que pasó y lo que escuchaba en esos años lo tengo bastante. Lo tengo mucho por mi familia. Esa música va bárbara con esta obra, es una partitura musical que me vuelve loca, la verdad que es impresionante.

Imagino que tus padres vieron la obra, ¿qué te dijeron?

Sí, siempre que hago algo ellos están ahi, como rulo de estatua, firmes y bancando a morir. A esta obra vinieron dos veces, y si pudieran vendrían todas las funciones. Son lo más. Compartimos muchísimo con ellos, siempre escucho sus consejos. Repito: mis viejos son lo más. 

EL PUERTO DE LA GLORIA

Teatro El Extranjero

Valentín Gomez 3380, CABA

Domingos, 20 h

Entradas en boletería o por Alternativa teatral 

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