Diana Navarro pasó por Buenos Aires y cautivó con su voz

Diana Navarro pasó por Buenos Aires y cautivó con su voz

Por Guillermo Tagliaferri (guille.tagliaferri@elcafediariook.com)

Diana Navarro, una de las voces más impactantes y versátiles de la música española actual, tuvo su bautismo en Buenos Aires, con un concierto único en nuestro país. La artista malagueña ratificó sobre el escenario del teatro El Nacional su capacidad para conmover y conectar generaciones con el magnetismo de su voz y su estilo.

Con el espectáculo De la Piquer a la Navarro, cerrando una exitosa gira que empezó en España y continuó en México DF, rindió un homenaje a Concha Piquer, protagonista indiscutible de la canción española.

Navarro desplegó su estilo propio, mezclando tradición y vanguardia con elegancia, emoción y profundidad, y resaltó la esencia de la copla y el flamenco con una estética renovadora proyectada al presente. 

Diana Navarro con las castañuelas interpretando una canción flamenca, con la típica danza.

Conocida como La voz de España, Navarro homenajea, alternando sus canciones con un guion ordenado, a Piquer, a quien inclusive interpreta, y rescata su entidad musical y valora la influencia que tuvo en su trayectoria.

El tributo incluye canciones, historia, memoria y admiración, uniendo a dos artistas de distintas generaciones, y está envuelto en la voz cautivante y potente de Diana Navarro, acompañada en el piano por el argentino Julio Awad y en teclados y acordeón por David Pérez.

Navarro y su amor por Argentina

«Me siento tan bien recibida, me estáis dando tantísimo cariño desde que he llegado que estoy convencida que esta va a ser una relación para siempre. Vamos a ser amantes eternos, vamos a ser una mezcla entre España y Argentina para siempre«, endulzó los oídos del público Navarro en su saludo inicial.

Enseguida explicó que “vengo a contaros la historia de la Piqué, sus coplas del siglo XX en el siglo XXI. Os cuento que la primera copla que canté en mi vida fue Ojos verdes. Concretamente en el instituto de la Rosaleda, en un concurso entre alumnos de toda Málaga. Yo me presenté por el instituto de mi barrio y quedé tercera. Que no está nada mal, si no tenemos en cuenta que solamente éramos cinco participantes».

«Seguí cantando y conocí a mi profesor de copla, Víctor Gordillo, que siempre me decía que Concha Piqué es la perfecta dicción y frase; Rocío Jurado, la fuerza y Marifé de Triana, la interpretación. Yo escuchaba todo de ellas para aprender de las más grandes. De Concha siempre me gustaba lo bien que me sentía cuando cantaba sus canciones. Y eso que en esa época no tenía yo la neurona para entender lo que decían las letras. Me gustaba más el tono agradable y la melodía que cantaba», continuó.

Diana Navarro en otro momento del show en el teatro El Nacional.

Una llamada inesperada

Entre canciones y monólogos, con varios cambios de vestuario, Navarro impactó y sedujo con su voz poderosa y cautivante. Sorprendió con una anécdota: «Un día suena mi teléfono y no se pueden imaginar quién era. Escuché: Hola, soy Concha Márquez Piquer y quiero darte la enhorabuena por esa canción tan bonita que has compuesto, Sola«.

«Ustedes se pueden imaginar que a mí me entró por el cuerpo, porque eso era como si la mismísima Doña Concha Piquer me llamase desde el más allá. Y es que Márquez Piquer, su hija, nacida en Buenos Aires, fue también fue una artista inconmensurable, adelantada a su tiempo, siempre un poquito tras el resplandor de su progenitora. Ella quería que yo fuese a su casa a ver los vestidos de su madre y su piano Steinway, pero yo nunca fui porque me dio vergüenza», completó.

Fueron pasando los temas: Ojos verdes, Y sin embargo te quiero, En tierra extraña, Medley de la Piquer, Medley torero, Romance de la otra, Romance del amor oscuro, Se dice, No me llames Dolores, Me embrujaste, 24 rosas, El perdón… , mientras una pantalla gigante, al fondo, recreaba imágenes del pasado de Piquer y de Navarro. 

Breve historia de Piquer

Nacida en Valencia, en 1906, en el seno de una familia pobre, hija de una costurera y un albañil y con tres hermanas, María de la Concepción Piquer López mostró de muy pequeña su carácter inquieto. Su temprana pasión por la música la llevó a cantar a tabernas y luego a pequeños teatros. Allí la vio el maestro Manuel Penella y la sumó a su elenco para una gira, con una zarzuela, a Nueva York. Con apenas 14 años, Concha Piquer inició así un recorrido artístico hasta convertirse en gran figura.

Los teatros de Broadway conocieron sus coplas y canciones y también incursionó en el cine. Entre las tantas películas en que participó, citaremos una: Me casé con una estrella, de 1951, en la cual compartió protagonismo con Luis Sandrini y Pierina Dealessi. De regreso en España, su carrera alcanzó una enorme notoriedad. Su conducta, poco convencional para la estricta moral de la época, fue otra de sus características. 

Piquer y Navarro, dos generaciones de la música típica española, unidas en un tributo (Foto Prensa).

Cuando sintió que su voz ya no le respondía, decidió retirarse de los escenarios y se convirtió en empresaria del espectáculo. Falleció en Madrid en 1990 y sus temas continúan vigentes como siempre. 

Breve historia de Navarro

Diana Navarro Ocaña, nacida en Málaga el 21 de abril de 1978, lleva dos décadas en el ambiente musical y una decena de álbumes editados. El primero fue consagratorio: con No te olvides de mí, grabado en 2005, ganó doble disco de platino, vendiendo más de 200.000 ejemplares y fue nominada a los Premios Grammy Latino.

Luego conquistó cuatro discos de oro, uno más de platino y volvió a recibir una nominación a los Grammy Latino por su álbum Flamenco (2011). Otros discos con importante repercusión fueron 24 Rosas (2007), Camino verde (2008), La esencia (2013), Resiliencia (2016) e Inesperado (2019).

Exitosa en España, la cantante malagueña tuvo su estreno en Buenos Aires (Foto Prensa).

Como actriz participó en televisión (por ejemplo, en el popular Tu cara me suena), cine y teatro (interpretó a Concha Piquer en En tierra extraña). Se define como artista multidisciplinar, malanchega y andaluza. Está casada con Rafael Rodríguez, empresario del rubro alimenticio en Granada, quien además es su manager. 

«Amo la música profundamente, y respeto al público por encima de todo, porque valoro muchísimo el esfuerzo que sé que hacéis viniendo de apoyar a un artista«, declamó antes de entonar uno de sus principales éxitos, Sola.

Al final recibió pedidos de temas de parte del público, y como eran tantos decidió no complicar a sus dos músicos y los entonó a capella. Enseguida bajó del escenario y recorrió los pasillos, micrófono en mano, cantando y cosechando el afecto de los presentes. Y se despidió exhibiendo una bandera argentina y prometiendo regresar para nuevos shows.  

Diana Navarro, con la bandera argentina en sus manos y flanqueada por sus músicos Julio Awad y David Pérez.

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