Concejo de familia: democracia hogareña con crisis incluida
Por Guillermo Tagliaferri (guille.tagliaferri@elcafediariook.com)
Una familia común, compuesta por padre, madre, hijo e hija, maneja una particular forma de organizar su vida hogareña. Se rige con un presidente, asambleas, reglas fijas y una estructura para regular todo lo que ocurre dentro de esa vivienda.
Con esta original propuesta, Concejo de familia, (con c porque refiere a un cuerpo colegiado para tomar decisiones de gobierno o administrativas) la divertida comedia teatral expone un singular modelo de regular conductas, procederes, tareas, gastos y organización del hogar desde la economía a la distribución de los quehaceres domésticos.
La hija que sacude el Concejo de familia
Esta democracia casera se altera cuando la hija, con ideas progresistas y revolucionarias cuestiona el estilo de conducción sacudiendo las estructuras y el orden impuestas. El cambio de gobierno lleva a una votación para definir quién será el o la nueva presidente y cada uno de los candidatos intenta convencer con sus propuestas, parodiando una campaña electoral.
Son muchas las asociaciones y semejanzas con el sistema de un consorcio de propietarios y hasta con el sistema gubernamental y político de un país. Desde el pequeño escenario de esta familia, se puede proyectar a una escala mucho; mayor. Reproches, pases de facturas, alianzas, estrategias… Lograr el consenso no es nada sencillo, ni en lo macro ni en lo pequeño.
Un Concejo de familia alterado
La familia González Soler tiene como presidente de este particular Concejo a Ramón –Eduardo Munitz-, el padre con ideas y estilo personalista y algo autoritario, secundado por María –Chechu Vargas-, la madre que despilfarró dinero durante su presidencia y que se vuelve a postular apostando a un oneroso plan.
Pablo –Alexis Mazzitelli– es el hijo mayor, bastante inmaduro, adicto a la play station y sin proyecto de vida definido, y Clara –Carla Pannunzio-, la hija que aspira a presidir el gobierno hogareña apoyándose en una apertura que apunta a la libertad y el sentido común por encima de imposiciones.
Mark, el miembro externo del Concejo de familia
El quinto personaje de un elenco que se mueve con ágil, complementación y eficacia es Mark Leverkusen –Joaquín Ochoa-, el novio de Clara y con descendencia alemana. A punto de recibirse de arquitecto es aceptado por la familia y hasta tendrá un papel importante en la democracia y conducción del hogar.
Ochoa, actor que participó, entre otras obras, en Aliados, el musical; Peter Pan, todos podemos volar; Un hombre peligroso; Lo que nunca fue; director de Manchas; Adiós Nonino; Chicas promedio y Cepillo de dientes; y productor de Pomodoro, actualmente en cartel, respondió a la entrevista de El Café Diario®.
Concejo de familia tiene una forma original de mostrar una situación de control de un hogar, ¿no?
Sí, es una comedia de Cristina Clemente, una dramaturga española, y se hizo una adaptación para Argentina y que dirige Violeta Cárcova. Es una familia que instaura una especie de gobierno con su presidente, que votan presupuestos y demás. Y el conflicto principal arranca cuando la hija les hace un cuestionamiento a los padres por qué, por el reglamento, no se puede presentar como candidata a la presidencia. Ahí arranca el conflicto de la obra.
¿Creés que se puede comparar el sistema de gobierno de esta familia con el de una nación?
Sí, se podría comparar en ese sentido también. Yo creo que un poco las familias funcionan así, solo que no con las reglas tan estipuladas como en la obra. Por ahí el padre dice: “che, a tal hora se apagan los celulares”, y eso no deja de ser una especie de gobierno.

Con varios giros de humor le dan un toque muy divertido a Concejo de familia, ¿no?
Es una obra muy divertida y en el elenco nos llevamos todos muy bien y esa buena complementación entre todos se nota Y la verdad es que la gente se va muy contenta. Además de la obra, le gusta mucho la puesta en general, la escenografía que está linda y bien hecha, las luces. Y después, bueno, también por suerte nos halagan mucho las actuaciones, siempre es lindo recibir esos halagos. Pero la verdad que se van muy divertidos.
Finalizada la función y antes de salir del teatro, los espectadores se encuentran con una urna y las boletas de los candidatos. ¿Cómo surgió esa idea de que el público vote?
Sí, esto no solo termina cuando termina la obra, sino que tenés la opción de votar a alguno de los candidatos que viste. Eso es un juego que al espectador le divierte. No sé como surgió, creo que fue Ernie Veiravé (músico, asistente de dirección y diseñador gráfico de la obra) quien lo propuso. Nos gustó la propuesta y ahí quedó.
Concejo de familia
Godoy Cruz 1838, CABA
Viernes, 20 horas
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