«Clic», el difícil paso de la adolescencia a la adultez

«Clic», el difícil paso de la adolescencia a la adultez

Por Guillermo Tagliaferri (guille.tagliaferri@elcafediariook.com)

Edición: Florencia Romeo (florencia.romeo@elcafediariook.com)

Tres amigos adolescentes, dos chicas y un varón, transitan el duro salto a la adultez, período en el que van surgiendo los conflictos, dudas, sensaciones y episodios reiterados de esa edad en que las personas van madurando y entrando a un nuevo mundo. Clic, cuando todo cambia, obra teatral que combina actuación, música y danza, con claros tintes poéticos, refleja esa metamorfosis.

Sofía, o Leia, interpretada con soltura por Miranda Peyrú, tiene 16 años y todas las inquietudes y dudas de su edad, mientras su padres –ensimismados en sus trabajos– no le prestan la debida contención ni tampoco la comprenden. María –Giuliana Di Santi-, su mejor amiga, no está conforme con su cuerpo y Alfi –Tomás Cochello-, su amigo, es víctima de bullying y la crueldad de sus compañeros de escuela. 

Mientras los personajes bucean en la soledad, los trastornos alimenticios, el acoso escolar, la identidad de género y el abuso sexual, los caminos les demuestran que cuando todo cambia ya no hay vuelta atrás y todo se torna radicalmente distinto.

Tres adolescentes, tres problemáticas diferentes relacionadas con la edad y los cambios que implica crecer. 

Un clic, muchos clics   

Y van a apareciendo los clics, que pueden cambiar la vida de tantos y donde muchos clics pueden ser la acumulación de experiencias vacías. No sólo los clics puntuales de los tres adolescentes, sino también los de los padres de Sofia –interpretados por Agustín Pruzzo y Carolina Refusta–, que nunca se repusieron del lejano clic que les modificó su vida cuando eran adolescentes. Y están los clics de la escuela, sus directivos y sus profesores.

Explica Alejandro Casavalle, uno de los directores –junto a Andrea Moneta–: «Clic es también la vida de los otros, el Ying/Yang, equilibrio cambiante de fuerzas en apariencia opuestas. Nos reúne en conjuntos e intersecciones en este gran cielo existente en nuestro planeta. Es vida, tristeza y alegría, un espacio de música lleno de danza, astros y sensibilidades. Con un colibrí multicolor como destino intermitente, que celebra el ciclo vida/muerte en el sube y baja de nuestro momento».

Alfi y María, interpretados por Tomás Cochello y Giuliana Di Santi, los amigos que sufren distintas penurias. 

Una fiesta con serias consecuencias     

En esa complicada transición de personas que son chicas para ser grandes y, a la vez, grandes para ser chicos, durante una fiesta –supuestamente inocente– los tres amigos sufren en carne propia, físicamente y con secuelas anímicas en Sofía, el exceso de alcohol, las drogas y la violencia sexual. María y Alfi son los únicos que muestran su solidaridad y sufren la desprotección de su amiga.

Clic, cuando todo cambia, con dramaturgia de Amarante Osorio e Iziar Pascual, combina emoción y reflexión, tocando los tópicos habituales de la adolescencia: la identidad, el acoso, la salud mental, los vínculos y ofrece una velada crítica a la sociedad y a las cosas que se ocultan o no se dicen.

Una adolescente en problemas en Clic   

El Café Diario® estuvo en el regreso de Clic, cuando todo cambia al escenario porteño, en una función para prensa e invitados especiales, y posteriormente entrevistó a Miranda Peyrú, o Sofía en la ficción, actriz y cantante, licenciada en Artes Escénicas de la UADE y formada en Timbre 4.  

¿Coincidís que la complementación y sincronización sobre el escenario son un punto alto de Clic?

Esta obra es un conjunto de muchas partes, tanto de los artistas, los que actúan, como de la gente que ayuda en la parte de técnica y también de los autores del texto y los directores. Clic es un producto colectivo y no es un producto individual. 

Miranda Peyrú, actriz y cantante, dialogó sobre su papel y sobre la obra teatral con El Café Diario, al finalizar la función de reestreno. 

¿Qué te parece la cuestión tan delicada que abarcan?

Nos plantea lo que es la adolescencia, que es una etapa muy importante en la vida de las personas, y es el clic que le hace a cada uno de los personajes cambiar su forma de pensar, su forma de ver, su forma de relacionarse. Es una historia muy especial y un tema que vivimos todos en distintas épocas y con distintas características. 

Muestra cómo de la adolescencia se pasa a la adultez y de qué manera. Es muy fuerte, la verdad, lo que pasa, y nos invita a reflexionar, algo que me parece buenísimo. No es una temática muy común en el ámbito teatral. No hay muchas obras donde los adolescentes vean representadas sus emociones, ya sea porque no les gusta cómo se ven, porque se sienten solos, porque sus padres no los entienden. Está buenísimo para analizar y charlar el tema.

Incluso está al borde de la tragedia.

Sí, sí, tal cual. Se puede decir que casi es una tragedia.

La música, protagonista de Clic

¿Qué aportan las canciones y la música?

Aporta muchísimo. Además, lo que dice, esta idea de que no importa lo que te pase, uno sigue la vida, uno tiene que seguir bailando. Porque eso es la vida, un baile y estamos todos acá, en este mundo, por primera vez. Nadie sabe cómo vivir esta vida, entonces hay que descubrirlo día a día, no importa lo que nos pase.

¿Y la importancia de los diálogos, los monólogos, el texto tan poético y metafórico?

Tiene mucha poesía, da mucho lugar a la libre interpretación, sobre todo en los monólogos. Hay uno que habla sobre portazos, paredes, perdón… todo eso que te invita a verlo, como la imagen que se crea uno, como una pesadilla. Son palabras sueltas, pero te van llevando a un lugar, al lugar de los demonios de cada uno, que no son los mismos que los de la persona que tenés al lado o de quien lo está diciendo. 

Las luces, los colores, la danza y la música son parte vital de la obra que presenta en Belisario Club de Cultura.

¿Hay muchos cambios entre esta versión de Clic y la que representaron la temporada pasada?

Así es. El año pasado hicimos esta obra en el Método Kairós y ahora, en este nuevo espacio y con algunos actores nuevos, se buscó reinventarnos, que es lo bueno del teatro. Te podés ir modificando día a día, ¿viste? Algo que antes funcionaba, ahora no, y eso está buenísimo.

Entonces el espectador que vio Clic en el Kairós, si viene a Belisario se va a encontrar con una obra distinta.

Tal cual. Una amiga que vino el año pasado a verla, hoy me dijo: «Es otra obra» y que las dos versiones le gustaron, eso está buenísimo. Es como contrar una misma historia desde diferentes lugares y eso está bárbaro.

CLIC, CUANDO TODO CAMBIA

Belisario Club de Cultura

Av. Corrientes 1624, CABA

Viernes 13 y 20 de junio, 20 horas

Entradas por Alternativa Teatral

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