«Carmen», ópera icónica, brilló en Buenos Aires

«Carmen», ópera icónica, brilló en Buenos Aires

Por Guillermo Tagliaferri (guille.tagliaferri@elcafediariook.com)

Edición: Carla Scardino (carla.scardino@elcafediariook.com)

Carmen, una de las obras más icónicas de la lírica, brilló en el tradicional Teatro Avenida.

La mezzosoprano brasileña Luciana Bueno y el tenor argentino Gabriel García, encabezando un numeroso y destacado elenco, ofrecieron dos funciones de lujo, resaltando su excelencia musical y su intenso dramatismo.

Obra maestra del compositor francés Georges Bizet (1838-1875), Carmen lleva un siglo y medio representándose en las principales salas del mundo y se convirtió en una de las óperas más famosas e interpretadas.

Su estreno, el 3 de marzo de 1875 en el Teatro Nacional de la OpéraComique de París, provocó un escándalo inmediato, fundamentalmente por el carácter que el libreto imprime a su principal protagonista: Carmen o La Carmencita, una gitana que deja bien expuestos sus sentimientos hacia la libertad y el amor.

La mezzoprano brasileña Luciana Bueno, en una escena de la obra presentada en el Teatro Avenida de Buenos Aires. Foto: Leo Pecar

Carmen y su final trágico 

Dos hombres se disputan el corazón de la bella y emancipada mujer: un militar, Don José, que incluso deserta, se convierte en bandido y deja a su prometida, y Escamillo, un famoso y galante torero.

Los celos extremos llevan a un final trágico: el asesinato de Carmen.

Don José acaba de cometer el femicidio de Carmen, el gran amor de su vida. Foto: Leo Pecar

En estas dos funciones, a sala llena y con ovaciones del público, Luciana Bueno, considerada «la mejor Carmen de Brasil«, ratificó la sensibilidad, intensidad y calidad de su privilegiada voz. Lo mismo sucedió con Gabriel García, en el papel del hechizado por el amor, Don José.

Costumbres, vestuario, estigmas sociales y comportamientos de aquella época quedan perfectamente reflejados en esta puesta.

Con dirección musical de César Tello, y en un escenario que mezcló elementos clásicos con la tecnología audiovisual e imágenes pictóricas de Pablo Picasso, y una dirección escénica dinámica, fue posible situarse en la Sevilla de 1820.

Homenaje a Luis Lima 

Estas funciones de Carmen, bajo la organización de la Compañía Artística Clásica del Sur y Sol Producciones, tuvieron como homenajeado a Luis Lima.

El tenor cordobés, de 76 años, es una de las voces más trascendentales de la lírica nacional y con recorrido en las salas más importantes del mundo.

La potencia de los personajes, la historia dramática de alto voltaje y el acompañamiento de la música fueron la combinación para un espectáculo extraordinario y excelente sin altibajos en sus tres actos.

Carmen, a punto de ser juzgada por las fuerzas militares, expone sus argumentos y reclama por su libertad. Foto: Leo Pecar

Un elenco que brilla con luz propia

Resaltaron, además de Bueno y García, las interpretaciones de Bruno Sciaini y Esteban Hildebrand (Escamillo), Eugenia Coronel Bugnon y Belén Rivarola (Micaela); así como Clara Dardanelli (Frasquita);  Claudia Drescher y Laura Domínguez (Mercedes).

Acompañaron el barítono Marcelo Reynes (Morales); Miguel Gualano (Zuñiga); Néstor Género y Mauro Luna (Dancairo); Miguel Balea (Remendado) y Rodrigo Cartault (Lilas Pastia).

Todos ellos destacaron junto al Coro estable de Clásica del Sur, dirigido por César Tello, y el Coro de Niños de Clásica del Sur, dirigido por Natalia Vivas.

El Coro de Niños de la Compañía Artística Clásica del Sur le aportó frescura y brillantez a las funciones de la icónica ópera. Foto: Leo Pecar

Carmen por sus protagonistas

«Sé que lamentablemente el femicidio siempre ha estado presente en la historia de la humanidad. Imagino que Bizet quizá quiso denunciar esta barbarie, porque durante la ópera el público se enamora del personaje de Carmen.

Y su asesinato, al final, se hace aún más trágico, porque la gente siente lo terrible e injusto que fue ese crimen«, señaló Luciana Bueno.

«Por más que sea una de las óperas más representadas, la idea siempre es lograr que tenga algo para destacar, ya sea en los tiempos musicales, el trabajo actoral, el nivel de los cantantes… Y hacer algo bello desde todos esos lugares e inolvidable», consideró César Tello.

«Me gusta pensar a los cantantes como actores; darles las herramientas necesarias para que puedan componer y actuar ese rol más allá de la técnica de canto, que tienen que atender, por supuesto. Mi mayor desafío es que tenga sustento y credibilidad«, expresó Gabriel Villaba, director escénico.  

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