«Argentina al diván», gran reseña de nuestra historia
Por Guillermo Tagliaferri (guille.tagliaferri@elcafediariook.com)
Edición: Florencia Romeo (florencia.romeo@elcafediariook.com)
Si existe un paciente complicado y desafiante para un psiquiatra ese es la República Argentina. Por su historia, su recorrido, sus experiencias y sus personajes, tan cambiantes como movilizantes. Eso propone Argentina al diván, una dinámica e ingeniosa obra teatral protagonizada por Diego Reinhold y Daniel Casablanca.
Quizás la oración más representativa es la lanzada por Reinhold, quien le da brillo al papel del psiquiatra: «¡Al gran pueblo argentino salud…mental!». Casablanca, también en una destacadísima interpretación de la Argentina, es la contraparte ideal para ir desarrollando la dinámica de la obra que atrapa de principio a fin.
Mientras el especialista en salud mental penetra en los motivos para comprender a la mujer–país, Casablanca utiliza película y vestidos, porque Argentina es femenina–conflictuada por los avatares, traspiés y momentos de confianza de su historia.
Nombres no pronunciados, pero fáciles de identificar
Una particularidad de Argentina al diván es que no pronuncia el nombre de los políticos involucrados, pero queda clarísimo de quienes se trata: José de San Martín, Juan Domingo Perón, Raúl Alfonsín, Carlos Menem…
La historia arranca con la llegada de los colonizadores españoles y llega hasta el helicóptero en 2001. Y esta plagada de hechos que uno fácilmente recuerda y de una infinidad de frases de autoridades («Si quieren venir, que vengan» o «La casa está en orden«, por ejemplo), de canciones y de publicidades que fueron parte representativa de nuestra historia.
Imposible no caer en la nostalgia y recordar momentos vividos, desde los trágicos a los alegres, y una forma de reflexionar, con un alto toque de humor, y comprender nuestra historia. Es la argentinidad al palo. La mujer–nación, interpretada por Casablanca, va moviéndose como fichas de ajedrez o con movimientos epilépticos, las conocidas peripecias que atravesó nuestra patria van saliendo a flote.
Reinhold y Casablanca no sólo le ponen cuerpo, voz y recursos actorales a la obra, que se presenta viernes y sábados en el teatro ND Ateneo, sino que también, junto a Guadalupe Bervih, su directora, adaptaron el texto original de Marcelo Cotton.
Reinhold, el psiquiatra de «Argentina al diván»
«Para mí es un orgullo. Porque no siempre uno hace una obra que escribió uno, donde dice lo que uno piensa. Algo así tan ideológico. Es tener un púlpito desde donde hacer un poco de debate, de teatro, de hacer reflexionar, de hacer humor y de mostrar lo propio de uno«, resalta Diego Reinhold ante la pregunta de El Café Diario.
El actor considera que «es hacer teatro diciendo lo que uno piensa en una coyuntura social y política tan compleja del país. Y hacerlo con un amigo, como Daniel, que admiro tanto, es un privilegio«.
Sobre la reacción del público, señala que «noto que va cambiando mucho a medida que pasan las semanas. Es tanta la información política y de lo que va pasando socialmente semana a semana que el estado de ánimo cambia. Esta semana, por ejemplo, el cierre de las Universidades públicas, y tienen preparadas cosas peores. Es un momento difícil, lo que está pasando es fuerte, por eso la gente agradece que se acá se puede reír«.
Reinhold, con amplia trayectoria en teatro (Peter Pan, El gato con botas, Boquitas pintadas, Deslumbrante), cine (Mis Tacuarembó, Bajo bandera, La entrega, El cuaderno de Tomy) y televisión (Demoliendo teles, Los exitosos Pells, Casado con hijos, Verano del 98) explicó que «la obra termina en 2001, no seguimos para no abrir grietas y en los últimos años cada uno tiene sus opinión. Llegamos hasta ahí, donde todos estamos de acuerdo«.
Casablanca, la patria
Daniel Casablanca, actor, director, docente de teatro y fundador e integrante de Los Macocos, también lleva un extenso recorrido en cine (Arregui, la noticia del día, Un novio para mi mujer), teatro (La Tempestad, Sueño de una noche de verano, Cyrano, Los Albornoz) y televisión. En Argentina al diván asume el papel de la República Argentina.
«Siempre salgo muy conmovido, creo que la gente se siente interpelada y al mismo tiempo es parte de lo que vamos contando. Sin nombrar a nadie, todos saben todo el tiempo de qué estamos hablando. Es como la familia de uno, no es necesario nombrar a nadie«, le dice Casablanca a El Café Diario.
El actor señala que «escribimos la obra en la pandemia. De una creación de Cotton, pero que eran monólogos de un programa de radio, hicimos una obra teatral y la llenamos de humor. En agosto del año pasado empezamos a ensayar y a construir los personajes. Mostramos al argentino medio garca y al argentino argentino«.
Casablanca manifiesta que «el hecho de personificarse es lo que de alguna manera acerca a los espectadores. Siempre estamos puteando y enojándonos con esta Argentina, que también queremos, y nos hace enternecernos, quererla y que nos da pena. Es un poco la idea«.
Argentina al diván
ND Ateneo
Paraguay 918, CABA
Viernes y sábados a las 20.30
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