«Tron: Ares». El mundo digital y el humano, mezclados
Por Gabi Composto (gabi.composto@elcafediariook.com)
Edición de Carla Scardino (carla.scardino@elcafediariook.com)
Con una increíble banda sonora compuesta por Nine Inch Nails y la decisión de filmar en set reales y con menos CGI, llegó al cine Tron: Ares. Tecnología y humanidad en la nueva producción de la emblemática franquicia de Disney que comenzó con Tron (1982) y continuó con Tron: el legado (2010).
Un programa llamado Ares
Ares (Jared Leto) es un avanzado programa digital al que envían al mundo real con una misión secreta y de alto riesgo. De esa forma se da el primer contacto directo entre la humanidad y una inteligencia artificial, que a medida que explora su nuevo entorno y se enfrenta a las complejidades del comportamiento humano, comienza a desarrollar una conciencia propia.
Su visión del mundo cambia y el significado de existir empieza a tener trascendencia, abriendo un nuevo capítulo en la relación entre tecnología y conciencia.

En ese proceso se cruza con Eve Kim (Greta Lee, la protagonista de la nominada al Oscar Vidas pasadas), una programadora brillante que se desempeña como CEO de ENCOM y está decidida a descifrar un código oculto de vital importancia: el código de permanencia para evitar la desintegración física de los programas –lo hace por Ares, digamos todo–, ya que su existencia física es temporal y dura 29 minutos, tras lo cual se desintegran.
Tron y el heredero rebelde
Julian Dillinger (Evan Peters) es el nieto del villano original de Tron, Ed Dillinger, y es quien en la actualidad lidera la empresa Dillinger Systems que creó el programa de IA Ares.

La cosa es que quiere impedir a toda costa que otros encuentren el código y no le importa si lo hace hackeando a ENCOM o enviando a Athena (Jodie Turner-Smith ) –otra IA que es la segunda al mando en las fuerzas especiales después de Ares– a perseguir a Eve y Ares para detenerlos.
La supervivencia en juego
Mientras ellos intentan encontrar una solución contrarreloj, a la vez luchan por sobrevivir y defender la idea de que la humanidad y la tecnología pueden coexistir en armonía.
Paréntesis: el legendario Kevin Flynn (Jeff Bridges) es el creador de ese código, y claro que hay referencias retro, pero debo reconocer que casi no recordaba las historias anteriores.

La decisión de capturar en cámara
El director Joachim Rønning quería filmar lo más posible de verdad, con cámaras y menos CGI, para eso se construyó al detalle la oficina original de Kevin Flynn y las escenas se hicieron en hangares.
En cuanto a las de acción, se rodaron por las calles de Vancouver (Canadá) durante 6 semanas de jornadas nocturnas. «Te das cuenta, sobre todo en la secuencia de las motos de luz, que fue filmada en cámara. Y estoy muy orgulloso de eso«, decía Rønning.

Justin Springer es uno de los productores (junto a Jared Leto), y cuando explica que Eve acepta que Ares puede estar presente en el mundo humano, habla de la sensación de optimismo del film.
«Con respecto a nuestra relación con la tecnología» que hoy «está ocurriendo y crece rápidamente; no es algo que podamos volver a meter en la caja. Tenemos que descubrir cómo crear un futuro mejor para nosotros«.
La música lleva a Tron Ares a otro nivel
Después de las bandas sonoras de Wendy Carlos en 1982 (que además realizó los soundtracks de La naranja mecánica y El resplandor, entre otros) y la de Daft Punk en 2010, esta vez la responsabilidad cayó sobre la banda de rock Nine Inch Nails, que no lanzaban música nueva desde hacía 5 años. Y es espectacular, lleva lo visual a un nivel superior. Sin su música no hubiera sido lo mismo.
Juntos como banda es la primera vez que componen para el cine, no así por separado. Trent Reznor y Atticus Ross realizaron 20 bandas sonoras bajo sus propios nombres, ganando dos Oscar® por Red social y tres Globos de Oro®, un GRAMMY® y un premio Emmy® por SOUL, de Pixar.




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