Marcela Acuña: «Hubo mucha discriminación, pero eso me fortaleció»
Entrevista a una auténtica pionera del boxeo.
Por Majo Romero (majo.romero@elcafediariook.com) y Gabi Composto (gabi.composto@elcafediariook.com)
Edición: Florencia Romeo (florencia.romeo@elcafediariook.com)
El 25 de marzo del 2001 la Federación Argentina de Boxeo (FAB) reglamentó y entregó la primera licencia de boxeadora profesional femenina a la Tigresa Marcela Acuña, una distinción merecida a una boxeadora que es símbolo de esfuerzo, garra y dedicación. Desde entonces, en esta fecha se celebra el Día de la Mujer Boxeadora, para visibilizar a las mujeres deportistas que practican y se destacan en esa disciplina.
Una verdadera tigresa
Marcela Acuña arrancó en el full contact,pero a los 20 años sintió que necesitaba más. Así fue que conoció a la boxeadora estadounidense Christy Martin y entendió que su futuro era ese, cambiar hacia el boxeo.
Su primera pelea oficial fue en Estados Unidos y contra la propia Martin, en diciembre de 1997. Cayó por puntos, pero en ese viaje y con esa pelea comenzó su camino, abriéndose paso en un ámbito tradicionalmente masculino. Lo que no podía saber es que, además, estaba iniciando el camino para todas aquellas mujeres a las que les hacían creer que era un deporte sólo para hombres.

«Tener nuestro día, por ley, me pone muy contenta»
El Café Diario entrevistó a la campeona argentina y del mundo, en el marco del festejo por otro año más del Día de la Mujer Boxeadora.
El 25 de marzo se festeja un día especial para el boxeo femenino, en gran medida gracias a usted.
Así es y la verdad es que esto es uno de los objetivos en que veníamos trabajando ya desde hace muchísimo tiempo. Tener nuestro día, por Ley, me pone contenta. Primero se presentó el proyecto en la Legislatura Porteña y en la Unión de Periodistas de Boxeo (UPERBOX). Finalmente se aprobó en la Legislatura Porteña y también en la provincia de Buenos Aires.
¿Cómo fue su camino en el boxeo, en un mundo tan masculino?
Puede decirse que mi camino fue realmente bastante difícil, por tener que enfrentarme a todo el machismo, a un estereotipo de mujer a la que sólo se la imaginaban en la casa y para lavar platos. Hubo mucha discriminación, tuve que escuchar comentarios y frases muy machistas dentro del gimnasio. Pero, en realidad, eso a mí me fortaleció, hizo que tuviera cada vez más ganas de poder demostrar que el boxeo también era para mujeres.
¿Qué referentes del boxeo fueron importantes en su carrera?
Mi único referente fue la norteamericana Christy Martin, fue la primera mujer que vi boxeando en las grandes veladas de boxeo a nivel internacional. La verdad es que, cuando la vi, me dije: «Eso es lo que yo quiero ser. Quiero ser campeona mundial como ella. Quiero que mis peleas sean televisadas a todo el mundo y obviamente tener el reconocimiento del público«.
¿Cómo ve usted el boxeo femenino en el mundo y en Argentina?
El boxeo femenino en la Argentina, está muy bien parado. Somos en total ocho campeonas mundiales, contra uno masculino, estamos muy bien. Si bien la pandemia nos tuvo paradas a todas, pronto nos reactivamos. En el ámbito internacional corremos un poquito de desventaja, por el Covid durante 2020. Ellas tuvieron más actividad y muy buenas peleas. Pero, en general, están todas muy bien paradas.
Usted marcó un antes y un después. ¿Qué consejo les daría a las chicas que quieren seguir este camino?
A mí no me gusta llamarle consejo, pero siempre les digo a las chicas que me preguntan cómo hice para llegar a esto, y mi respuesta es siempre es la misma: trabajar, fijarme objetivos, soñar y hacer lo que me hace feliz. Es lo único que puedo recomendar, lo que hice yo, mi propia experiencia de vida.
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