«Flores arrancadas a la niebla» y el dolor del desarraigo

«Flores arrancadas a la niebla» y el dolor del desarraigo

Por Guillermo Tagliaferri (guille.tagliaferri@elcafediariook.com)

Edición: Florencia Romeo (florencia.romeo@elcafediariook.com)

La obra Flores arrancadas a la niebla parte del encuentro casual de dos mujeres en una estación de tren, listas para emprender un viaje rumbo al destierro. Ambas sufren el desamparo, el dolor y la soledad y, a pesar de las discrepancias y cuestionamientos, van hallando comprensión, solidaridad y apoyo en su duro recorrido.

Aída y Raquel, interpretadas con solvencia, credibilidad e identificación por Alejandra Aristegui y María Seghini, recorren el duro camino y con coraje y fuerza se empiezan a sentir hermanadas por el dolor del desarraigo y la soledad del destierro.

La obra exhibe la incertidumbre de atravesar fronteras, protagonizada por dos mujeres que alternan dolor y goce, lirismo y realidad, bronca y humor, bajo la dirección de Ana Padilla. Las flores arrancadas a la niebla mueren al ser quitadas de la tierra donde nacieron, una clara metáfora de la obra.

Las dos mujeres, que se conocieron en la estación, viajan frente a frente en el tren. Foto: @palomagarciafoto

Un dramaturgo que sufrió el exilio  

El texto corresponde a Arístides Vargas, cordobés de nacimiento, mendocino por adopción y exiliado, durante la última dictadura militar argentina, en Perú y luego en Ecuador. Esa mala experiencia aportó influencia en sus textos y dramaturgias.

En su recorrido latinoamericano fundó y dirigió compañías y grupos como Nacional de Teatro de Costa Rica, Justo Rufino Garay de Nicaragua, Taller del Sótano de México, Ire de Puerto Rico, y Malayerba de Ecuador.

María Seghini, la botánica de Flores arrancadas a la niebla

Con actuaciones pasadas en Juana la loca, Mujeres en la historia, La familia Ruttini, Mi querida y Los tres fantasmas de Nochebuena, entre otras, María Seghini, actriz, directora y docente, es una de las mujeres que sufre el exilio en Flores arrancadas a la niebla. Raquel, su personaje, es una botánica, culta y con cargos académicos, seria y concentrada por momentos, y expansiva y sensitiva en otros.

El tema del exilio se replica en muchas obras de teatro y de cine, es una cuestión dolorosa y repetida para los argentinos. ¿Cómo la encararon en Flores arrancadas a la niebla?

Es una obra de Arístides Vargas, argentino, exiliado, quien conoce muy bien este tema por su vivencia personal. Conoce muy bien el tema del exilio como castigo de irte de un país. Pero yo creo que esta obra se despliega un poco más y no habla solamente de ese exilio, sino que también habla de otros exilios, como puede ser exiliarte de tu familia, exiliarte de vos mismo, exiliarte de un grupo de amigos, exiliarte de un trabajo, exiliarte de cualquier cosa de donde te tengas que ir y no quieras.

María Seghini, nominada al premio ACE en 2002 por su papel en Juana la loca, responde a la entrevista de El Café Diario, al finalizar una de las funciones de Flores arrancadas a la niebla. Foto: El Café Diario®.

Eso lo reflejan a la perfección a través de los dos personajes de esta obra.

Me parece que la memoria, el desarraigo, los recuerdos están todo el tiempo presente en estos personajes. Algunos logran transformarse y poder trascender ese castigo y otras prefieren morir. Una amiga que estuvo exiliada me contaba que lo vivió como una mutilación. Me decía que sintió que le habían sacado el corazón y que pusieron otro cuando vio a sus hijos cantando el himno de otro país con la mano en el corazón. Fuerte, fuerte.

¿Cómo fue interpretar a Raquel?

Es una obra completa, tiene una estructura que, para mí, como actriz, me llevó a encontrarme con un material muy rico. Y fue un desafío muy grande a la hora de poder poner la obra de pie. Junto a Alejandra siempre confiamos en la mirada de Ana Padilla, que es la directora y es quien craneó toda esta puesta en escena que, para mí, es divina.

Trabajo conjunto

Con Alejandra Aristegui lográs una gran complementación en el escenario. ¿Ya habían trabajado juntas?

No, nunca. Nos habíamos conocido en un taller y nos encontramos después en un teatro. Ella me vio en Juana la loca y surgió la idea de trabajar juntas. Me preguntó que tal era Ana Padilla y yo le contesté: «Es brava, pero yo soy más brava que Ana«. Entonces me dijo que buscáramos un material para hacerlo juntas y ahí Ana nos acercó esta obra. Y bueno, fue fluyendo y trabajamos mucho.

Es muy lindo, para mí, trabajar con Alejandra y, a medida que pasan las funciones y nuestros ensayos semanales, siento que la complementación se va fogueando más y más.

FLORES ARRANCADAS A LA NIEBLA

Patio de Actores

Lerma 568, CABA

Sábados, 18 horas

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