Eva y Mariquita, dos auténticas «Rebeldes»
Por Florencia Romeo (florencia.romeo@elcafediariook.com)
Hay varias obras de teatro que proponen un cruce entre figuras históricas que no se vincularon; incluso, de épocas diferentes. Dicho así, podría decirse que Rebeldes es otra obra más de ese estilo. Pero no, porque esta pieza sale de lo trillado, corre un riesgo y sale airosa.
La obra original es de Lorena Basso y en sus inicios estuvo dirigida por otro director, cuando se estrenó en 2022. Pero cuando este se apartó, las actrices Camila Torres y Marina Palladino, que se ponen en la piel de Mariquita Sánchez de Thompson y Eva Perón, respectivamente, las rebeldes a las que hace mención el título de la obra, tomaron la posta y se pusieron al frente de la dirección.

Rebeldes todas, en más de un sentido
Pero, además, las actrices también hicieron algunas adaptaciones en el texto, consensuadas con la autora. Así es que le pusieron mucho humor –en forma de sarcasmo, ironía, absurdo y sobreentendidos–, algunos incluidos en el texto y otros, claramente improvisados.
La obra propone un encuentro en el limbo, después de sus respectivas muertes, de dos personajes fundamentales de la historia argentina: Mariquita Sánchez de Thompson y María Eva Duarte de Perón.
Así inicia un diálogo donde pronto entran en conflicto, dadas sus diferencias de origen y trayectoria. Pero la muerte, que todo lo iguala, las empuja lenta y sutilmente a encontrarse, literal y emocionalmente.
Con el aporte de las actrices, la obra deja de lado la solemnidad y gana en cercanía con dos personajes icónicos de la Argentina.

Palabra de mujer
Al final de la función realizada recientemente en el Museo de Arte Contemporáneo de Buenos Aires (MACBA), El Café Diario entrevistó a Marina Palladino, la actriz que interpreta a Eva Perón, para hablar sobre la evolución de la obra y cómo se hace para actuar y dirigir/se. Para saber cuándo serán las próximas funciones, hay que estar atentos a sus redes sociales.
¿Siempre fueron ustedes dos o fueron cambiando las mismas actrices?
Siempre fuimos las mismas dos. En la primera edición había un tercer personaje y otro director, que luego se apartó. Entonces, hicimos una especie de refresh, le pusimos más juego, más dinamismo, que no tenía antes, porque era más solemne.
Sorprende que tiene mucho humor, incluso van mechando comentarios sobre la actualidad.
Sí, lo hicimos con la idea de atraer todo tipo de público, porque la gente no tiene ganas de ver algo tan solemne con todo lo que está pasando en el país, en el mundo también.
Además, salir de la propuesta tradicional, porque ya ha habido otras obras con Eva Perón cruzada con otro personaje y siempre es algo solemne. Acá se permiten un toque de humor.
Sí, buscamos el juego todo el tiempo, y también un poco de emoción, de historia, sobre todo de Mariquita, que es de la que menos se sabe. La autora, Lorena Basso, hace hincapié en eso. De hecho, ella estaba escribiendo sobre Mariquita y se dio cuenta de los puntos en común que tenía con Eva, entonces las quiso poner a las dos.
Diferencias reconciliables
Eran dos personas muy distintas. Sin embargo, en la obra quedan a la vista cuánto tenían en común.
Eran muy rebeldes, muy fuertes, las dos hicieron algo significativo en su tiempo. Mariquita se juntaba con hombres, organizaba tertulias, que en su casa se cantara el himno, los amores que tuvo, para la época era una rebelde. De Eva es todo más conocido.
¿Cómo es actuar y dirigir? ¿No es más fácil seguir las indicaciones del director que autogestionarse?
Fue medio como un juego, empezamos adaptando el texto entre las dos.
¿Lo hablaron con la autora?
Sí, y cuando lo vio se asombró. Dijo que nos habíamos tomado muchas atribuciones, pero le gustó (risas). En cuanto a la dirección, cada una miraba a la otra, nos íbamos dirigiendo, hay una comunión entre las dos y es un juego, entonces ninguna tiene más poder que la otra, estamos las dos en lo mismo.




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